jueves, 18 de julio de 2013

Limónov

Limónov

Emmanuel Carrère
Anagrama, 2013
398 pp.

Un libro extraño y de lectura casi imprescindible es este Limónov, para el que el autor elige como pieza central a un personaje poco recomendable y que le cae antipático....


Emmanuel Carrère
Anagrama, 2013
398 pp.





Un libro extraño, éste, que el autor desarrolla eligiendo, para darle cuerpo, a un personaje en muchos aspectos poco recomendable y que le cae antipático.

Extraño porque viene con la etiqueta de una novela y, sin embargo, no es un libro de ficción, pues todo aquello de lo que habla es real.

Extraño también porque el autor interviene en primera persona, es un personaje más y ejerce de contrapunto de ese turbio protagonista sobre el que gira la historia.

Y extraño, por fin, porque alrededor de todo es la Rusia de los últimos cuarenta años la que también se retrata, con sus contradicciones, con las líneas de fuerza perversas que la animan y con ese mosaico de zonas oscuras que dificulta el componer un juicio claro acerca de su trayectoria y su situación.

Empecemos diciendo que Limónov es un libro extraordinario y que su lectura es más que recomendable. Quien lo escribe es escritor importante, guionista de televisión y, a pesar de su nombre, de raíces rusas. Para más detalles, es hijo de una importante historiadora sobre la Unión Soviética, lo que quiere decir que Rusia es para él un tema familiar. Cuando escribe Limónov sabe de lo que habla.

¿Y quién es Limónov y por qué de este libro?. La respuesta a ambas preguntas es porque contar la vida de Limónov es contar una vida apasionante. Una vida absolutamente singular, de un personaje que la ha vivido desde los más diversos registros, bordeando o cruzando muchas veces los límites de la ley y muchas también los de la decencia y sin embargo un personaje a su manera íntegro y coherente hasta el final con sus convicciones. Un personaje tan contradictorio y difícil de juzgar como esta Rusia donde nació, envuelta tras la caída del comunismo, en una sacudida histórica sin precedentes.

Quienes leyeron Patologías (ver en este mismo blog) seguro que se sorprendieron de la trayectoria del autor. Zajar Prilepin, militante del Partido Nacional Bolchevique –para los occidentales poco menos que una banda de fascistas de cráneo rapado, traje de camuflaje y nostalgia comunista- parecía una combinación imposible con su compromiso a favor de los derechos humanos  y con su posición frente a la guerra en Chechenia. Y algo parecido le debió ocurrir a Emmanuel Lecarrère cuando tropieza con Limónov y su increíble historia. O mejor, las increíbles historias que marcan las sucesivas etapas de su vida y terminan haciendo de él un opositor al gobierno ruso, perseguido por sus denuncias a la corrupción y a los excesos del Estado, protegido por guardaespaldas y, envuelto en una aureola de personaje indescifrable e inquietante.

Fascinante Limónov y fascinante Rusia, sobre la cual pone el autor el foco en los últimos capítulos para describir con mirada incisiva y atenta al detalle la evolución del país desde Stalin a Gorvachov y el complejo período que va desde la disolución de la Unión Soviética a la actualidad.

Emmanuel Carrère escribe dirigiéndose al lector, que también tiene un lugar en el libro y que por ello mismo se siente, como acompañante, parte de la narración. El lector se convierte, así, en confidente de los demoledores comentarios que hace el autor y se hace consciente también de la dificultad que tiene hablar hoy de lo que ocurre en esta Rusia para la que la caída del comunismo representó además de una liberación y también una tragedia. Una tragedia de la que afloraron sinsentidos como este ‘neofascismo’ hermanado con la contracultura y con la defensa de las libertades. Una voz de resistencia y un grito de rebeldía de chavales pobres que “si trabajaban era cargando y descargando fardos…o vigilando aparcamientos en los que estacionaban 4x4 que valían medio siglo del sueldo de sus madres y de los que se apeaban, rebuznando en sus teléfonos móviles, hombres apenas mayores que ellos, pero más avispados”.

Limonov tiene la amplitud de una epopeya y el sabor amargo de la duda y de la derrota. Es una sorprendente radiografía de Rusia y la biografía de un hombre fascinante, opaco e imprevisible que seducirá al lector lo mismo que sedujo en su día a Emmanuel Carrère.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un site sobre Limonov en frances facil de comprender y con videos dificiles de encontrar :
http://www.tout-sur-limonov.fr/222318792

Miguel Briongos dijo...

Gracias. Información muy abundante, interesante y la forma de llegar a otras páginas en español sobre el tema. Vale la pena dedicarle un rato a este site.