martes, 10 de octubre de 2017

Uzbekistán

Uzbekistán

Antonio Checa
Renacimiento, 2016
278 pp.

Antonio Checa nos lleva de viaje a Uzbekistán. Su libro, además de aportar al lector una extensa información, compone un retrato del país, tal como es hoy, útil y lleno de interés.


Antonio Checa
Renacimiento, 2016
278 pp.






Entre la mítica Ruta de la Seda y el descalabro de la URSS, Uzbekistán ocupa ese espacio incierto del que todavía no nos hemos hecho una idea cabal. Bujara, Samarcanda, un tren de alta velocidad, el mar de Aral desecado, el próspero valle de Fergana… son piezas de un puzzle cuya imagen a medio componer resulta todavía confusa.

Por ello es bien recibido un libro cuyo título no deja lugar a dudas. Uzbekistán es el nuevo libro que nos trae Antonio Checa después de haber viajado por el país y de haberse documentado exhaustivamente.

¿Se trata de un libro de viajes? No. Más bien, y valga la licencia, se trata de un artículo de wikipedia pero mucho más largo. Es casi un estudio sobre el país para situar al lector e instruirlo ofreciéndole información básica en casi todas direcciones. Información para que tenga sobre el país una percepción lo más amplia posible como la tiene de muchos otros países que conoce mejor y percibe como más cercanos.

Son muchos los temas de los que trata el libro. El pasado, la historia sobre la que se asienta el Uzbekistán de hoy, ocupa como no podía ser de otro modo un espacio. Una historia repartida en dos momentos, el más reciente el del país como una de las repúblicas de la Unión Soviética y otro mucho más lejano como cabeza del imperio que construyó Tamerlán y que ahora sirve de instrumento para alimentar una identidad nacional con tintes de gloria.

Con todo, la hstoria no es lo más relevante porque el presente ocupa la mayor parte de las páginas del libro. La gente, asunto que incluye a las diversas comunidades que viven en el país, los problemas que desde un punto de vista actual supone el trabajo de los niños o los matrimonios jóvenes, la política tan marcada por el proceso de desintegración de la URSS en la configuración de las nuevas élites, o el medioambiente en un país en buena parte desértico y que ha sufrido la agresión debida a la intervención humana que dio lugar a la muerte del Mar de Aral, la relación no exenta de problemas con los países vecinos, la economía... componen el abanico de temas sobre los que se centra el libro, cuya ordenación meticulosa recuerda muchas veces a un informe ofcial.

Una segunda parte es más 'viajera'. En ella cambian el tono y la mirada que animan el texto. Es la que se refiere a las ciudades que más resuenan en la imaginación y más ocupan el interés de quienes viajan a Uzbekistán. La capital Taskent y las ciudades míticas de Samarcanda, Bukhara y Khiva forman parte del recorrido por el que Antonio Checa acompaña al lector. Luego, desfilan también otras ciudades menos conocidas o menos literarias como son Urgench, Shahrisabz y Qarshi.

Aquí la importancia del dato y de la información que trata de ser objetiva pierde importancia frente a la experiencia del autor que se convierte en guía o en comentarista de los lugares a donde viaja, de lo que le llama la atención y de todo lo que le suscita un comentario.

Quizás al lector este Uzbekistán le resulte algo frío, quizás hubiera deseado un libro con más alma. Lo que va a reconocer en todo caso es que le va a aportar una gran información y que compone un retrato del país, tal como es hoy, útil y lleno de interés.

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