Nuruddin Farah
Siruela 2013
464 pp.
No resulta nada fácil encontrar un libro cuyo contenido esté centrado en Somalia. El colapso del estado, su apropiación por los señores de la guerra con un poder fragmentado, sostenido por clanes, subclanes, familias y partidas del género más diverso, su sustitución por los tribunales islámicos, la intervención extranjera, el regreso de los señores de la guerra... acabó por borrar el país del mapa. Y la realidad es que Somalia se ha eclipsado y solo aparece para dar noticia de un acto de piratería o de algún episodio militar aislado en torno a su capital Mogadiscio.
Pero Somalia sigue existiendo como sigue existiendo la población somalí y por dar testimonio de ello es por lo que Nudos merece la atención del lector.
Una mujer joven, somalí, emigrada a Canadá antes de que el país entrara en barrena envuelto en la violencia, decide regresar a Mogadiscio. Su vida adulta ha transcurrido en América, pero su corazón está en Somalia y vuelve empujada por dos objetivos que el autor utiliza para dar vida a su novela. Uno de ellos es recuperar la propiedad familiar de la que se ha apropiado un señor de la guerra. El otro es hacer algo por la paz, o al menos en favor de la vida en este país destrozado.
Las líneas de fuerza del relato son poderosas y dan cuerda de sobra a la ficción. Como la da también el paisaje de una ciudad peligrosa, instalada en la violencia y cada vez más complicada porque cada vez queda menos para satisfacer a los depredadores y contener el uso de las armas cuyo empleo no responde ya a nada.
"Allá donde -nuestra protagonista- mira sólo ve casas en ruinas, casas sin techo, farolas con los cables arrancados, ventanas sin cristal, un Mogadiscio saqueado y destruido. A su alrededor, ve mujeres con chadores baratos, hombres con sarong y chanclas y las armas colgadas al hombro en bandolera".
Las dudas, la tensión que genera el entorno y la descabellada pretensión de desalojar de su casa a un cacique de la capital da a una novela casi de aventuras un toque psicológico que acaba poniendo en cuestión la solidez de la trama y la de su protagonista. Y es que la vida en Mogadiscio no perdona y pone a prueba el temple de las personas y la verosimilitud de cualquier aventura que se propongan emprender entre los restos de la ciudad malherida.
Si algo pone de relieve Nudos es la imposibilidad de reflejar en toda su magnitud el dramático desamparo de la población víctima de un naufragio colectivo. Un naufragio gobernado por la ley de una violencia tan inevitable como arbitraria que ha destruido al país y a su gente. Nudos abre una ventana a esta realidad de la que hay cada vez menos noticias. Por ello su lectura merece la pena y ayuda a entender algo mejor la complicada realidad del Cuerno de África. Leer más…