Miroslav Penkov
Seix Barral, 2012
285 pp.
Se dice de algunos países que no existen en la realidad. Bulgaria –lo mismo que algunos lo han dicho de Albacete- podría ser uno de ellos. Suena en el imaginario colectivo, está relativamente cerca, pero no ocupa un lugar relevante en las noticias de los periódicos ni parece que ningún conocido, por aficionado a los viajes que sea, haya estado nunca en él.
Aunque lo cierto es que está ahí y Miroslav Penkov se ocupa muy bien de recordárnoslo con un libro compuesto de ocho relatos, lleno de talento, de imaginación y de buena escritura. Un libro que se lee a gusto y que explica que el autor, muy joven, reciba con justicia el piropo de ‘estrella literaria’.
Miroslav Penkov, tratando asuntos distintos, creando personajes, dejando fluir afectos y situaciones, nos habla de su país. Un país donde el presente está condicionado por una historia que asoma por todas partes y por toda la región que lo rodea y con la que comparte buena parte de su destino. Bulgaria no es nada sin los Balcanes. Y los Balcanes tampoco se entienden sin echar la mirada a ese mosaico de países medio hermanos y siempre en conflicto que comparten fronteras y que pelearon por ellas a lo largo de los siglos.
No es de extrañar que en muchos de los relatos esté presente el peligro, la lucha por la supervivencia, la guerra con el enemigo… Y es que enemigos lo han sido todos y los ha habido en cada generación. Bulgaria, como toda la región de los Balcanes, es tierra de frontera y como tal ha sido el campo de mil batallas. Batallas entre países vecinos, batallas entre las grandes potencias que movieron allí sus peones y batallas personales y familiares por seguir viviendo y por recuperar un lugar en la historia.
Los relatos que componen Al este de Occidente muestran la complejidad de esta Bulgaria y lo hacen con enfoques muy distintos unos de otros, pero con un telón de fondo que el lector reconoce enseguida, que les da unidad a todos ellos y que construye una imagen del país tan rica como agitada. Una Bulgaria turca surge en el recuerdo, fiel a la tradición musulmana y sujeta a la crueldad arbitraria del sultán, una Bulgaria rebelde aparece, también, con los combatientes que esperan recuperar Macedonia y recobrar la grandeza de cuando hubo zares búlgaros y un verdadero imperio bajo su manto, otra Bulgaria habla de los albores de la revolución y de la lucha por el comunismo, una Bulgaria más es la que resulta de la caída del muro de Berlín al lado de una Serbia aparentemente próspera y de una Europa todavía lejana y que se perfila como la tierra prometida.
Dos siglos de la vida de Bulgaria es lo que nos trae Miroslav Penkov mediante unos personajes que adquieren enseguida un tono familiar y cuyas vidas transcurren por situaciones dramáticas a veces, absurdas y con un toque de humor otras, pero siempre tan únicas que se diría que solamente podían haber ocurrido en este país. En la estela de Joyce con Dublineses o de Pamuk con Estambul -dice la contraportada del libro- Miroslav Penkov nos habla de su tierra en un ejercicio de excelente literatura. Sin dudarlo, va a mercer la pena dejarse llevar por sus relatos para disfrutar de un buen rato de la mejor lectura.
1 comentario:
Muy buena pinta tiene este libro. En efecto Bulgaria como los Balcanes está muy cerca geográficamente, pero lejos en lo que conocemos de sus pueblos. Disfruté mucho viajando por la zona los pasados meses. Un cruce de caminos los Balcanes
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