Isabel Soler
Acantilado, 2011
228 pp.
Una advertencia para empezar. Hace referencia al título. Derrota suele significar algo próximo a un descalabro, a la pérdida de una batalla. Pero los más marineros entienden que este mismo término señala una dirección, la ruta que se emprende al navegar. Y por ahí es por donde debemos empezar cuando nos aproximamos a este libro excelente que nos habla del primer viaje a la India de Vasco de Gama.
Poco habituados estamos a mirar al pasado y a maravillarnos por algunos hechos históricos que marcaron no sólo el conocimiento, sino la vida de millones de hombres. El viaje de Vasco de Gama, poco después de que Bartolomé Díaz consiguiera doblar el Cabo de Buena Esperanza y por consiguiente aprovechando las noticias de este acontecimiento, fue un avance extraordinario en el conocimiento de la tierra y en la ambición de Portugal de convertirse en una gran potencia.
El relato de esta expedición, escrito por un oscuro personaje que participaba en ella, forma parte del libro del que hablamos. Son sus cimientos y está lleno de interés para el lector porque cuenta con espontaneidad total lo que su autor observa, consciente de que está contando algo por primera vez. De que está llevando noticia de un mundo nuevo, del que había indicios, y que el relato que escribe saca a la realidad del terreno de la imaginación, para llevarla al territorio de los hechos.
Pero antes de llegar a este relato, el libro empieza por un largo y jugoso prólogo de Isabel Soler. Si el texto original, el Roteiro da Primeira Viagem de Vasco da Gama, son los cimientos, el prólogo de Isabel Soler es el edificio que saca provecho de ellos y les da altura. Si el Roteiro cuenta lo que acontece durante el viaje, Isabel nos habla de Vasco de Gama, de Portugal, del contexto histórico, interpreta lo que el relato dice y también lo que no dice. Y hace todo ello desde una extraordinaria erudición que en ningún momento lastra el libro, sino todo lo contrario. Le da aire y va añadiendo ingredientes que suman interés.
A quienes no nos dedicamos a la historia nos sorprende la prolija documentación que se dispone de muchos acontecimientos que suponemos lejanos y perdidos en el tiempo. Los que tenían que ver con los descubrimientos, por la cuenta que les traía a reyes o a quienes esperaban sacar provecho de ellos, disponían de escribanos que tomaban nota puntual de los detalles y que han dado materia a los historiadores desde hace mucho tiempo. Pero hay puntos oscuros de los que poco se sabe o porque hay pocas noticias de ellos o porque la misma historia los ha interpretado de maneras que no han generado luz sino confusión.
Vasco de Gama está en este punto. Y por supuesto, lo está su viaje, que llega a nosotros en forma de epopeya a mayor gloria de Portugal pero que la realidad saca del terreno de los mitos para llevarlo al de los hechos más prosaicos y a menudo poco elogiables.
Vasco de Gama, nos cuenta Isabel Soler es un hombre terco, duro en extremo, astuto y reservado. Nada tiene del héroe que se hace amar. Azota a sus hombres, somete a tormento a quienes piensa que no le son fieles, secuestra a los que le pueden servir de moneda de cambio, se apodera de naves que encuentra en el camino y las saquea… Es, desde luego, un hombre de su tiempo. El progreso de su expedición se basa en el uso de la astucia y la fuerza y se orienta por el objetivo de sacar provecho.
Astucia, fuerza, provecho… no son, desde luego, recursos exclusivos de Vasco de Gama, ni tampoco la crueldad extrema que en ocasiones despliega. Pero sorprenden cuando se observan al lado del discurso oficial que el rey don Manuel propaga de la misión divina que corresponde a Portugal de unir al mundo entero y restaurar su armonía bajo la fe cristiana y bajo el manto de su corona.
Vasco de Gama no sólo se comporta como un corsario. Es víctima también de una enorme ignorancia. Sus dotes diplomáticas son escasas, se sabe relacionar con reyes y con señores que encuentra a lo largo de su viaje desde la fuerza y pocas veces desde el diálogo, cosa que le juega, a menudo, malas pasadas.
Viniendo de un reino pujante como es Portugal entiende que está a la cabeza del mundo y ejerce la superioridad sin contestación alguna mientras viaja por África, por regiones aisladas donde parece haber sido el primer extranjero en llegar. Pero empieza a mostrar sus debilidades cuando tropieza con territorios donde el comercio ha llegado de manos de mercaderes musulmanes y su presencia no causa necesariamente admiración ni excesivo temor.
No comprende que los regalos que llenaban de alborozo a los reyezuelos tribales les parezcan poco a los reyes de las islas del Índico, acostumbrados ya a ver sedas, oro y marfil. No entiende que no debe apresar barcos si no quiere enfrentarse a los soberanos de las aguas en las que ejerce de corsario. Y no entiende que cuando llega a Calicut el rey no le trate a él como a un rey ni se someta a su autoridad.
Viaje epopéyico el de Vasco de Gama, pero frustrante porque la falta de entendimiento seguramente ha dado lugar a más enemigos que amigos. El regreso de Calicut es precipitado. La flota portuguesa sólo sabe mostrar músculo y bombardea la ciudad. Tampoco entiende Vasco de Gama que deba pagar impuestos y sale de madrugada a escondidas, perseguido por la flota de la ciudad que no admite tamaño descaro. Y el balance final de su largo viaje es un éxito clamoroso porque abre esa ruta de las especias por la que tanto suspiraban los portugueses, pero también una aventura llena de sombras lastrada por tantos desencuentros y tantos errores de interpretación, alguno de ellos tan grueso como fue la noticia de que la India era un reino cristiano.
Triunfo de Vasco de Gama, pero también derrota como sugiere la interpretación directa del título del libro. Porque Isabel Soler, en su magnífica explicación acompaña al lector a los versos de Os Lusíadas que reescriben la gesta marítima portuguesa y remodelan al personaje de Vasco de Gama y a su viaje para adaptarlo a la categoría de mito. La gran epopeya de las letras portuguesas dibuja el discurso que va a perdurar en el futuro porque Camoens será la voz sobre la que se asentará la gloria de Portugal.
La realidad, esforzada, heroica según se mire y reprobable también, deja paso al discurso glorioso del renacimiento que acompaña al crecimiento de las naciones y de sus grandes proyectos. Vasco de Gama, el personaje verdadero con sus claroscuros, se desvanece por necesidades del guion y aparece de nuevo convertido en un héroe más armónico, más próximo a lo que un mundo nuevo exige de sus grandes personajes.
¿Un libro demasiado teórico, demasiado académico? Nada de eso. Derrota de Vasco de Gama se lee con facilidad y también con emoción. Es un libro de viajes extraordinario. Y es el resultado de una intensa labor de interpretación que hace Isabel Soler y que agradecemos quienes conocemos poco y mal la historia de unos descubrimientos que nos debiera sonar mucho más próxima.
1 comentario:
Muy lindo relato. Procuraré leer el texto entero, sobre todo ahora que es temporada baja. Trabajo en un alojamiento en Londres y en esta época no pasa demasiado. Tengo tiempo. Gracias
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