E. M. Forster
Almed, 2009
538 pp.
Es más que probable que cualquiera que viaje a Alejandría sufra una considerable decepción. La imagen que tenemos de la ciudad está tan cargada de resonancias que la realidad no puede más que defraudar. Y no es que los mitos siempre desborden a las cosas tal como son. Lo que ocurre es que hoy Alejandría es una ciudad envejecida y deteriorada donde el brillo de todo cuanto la hizo famosa se ha perdido bajo una gruesa capa de abandono y de desidia.
Sé que es una introducción bien poco amable hacia una ciudad histórica que ha generado la admiración de quienes la visitaron o de quienes vivieron en ella hasta fechas relativamente recientes. Poco amable y seguramente imprudente porque alguien habrá que sepa mirarla con ojos lúcidos y descubrir aún el rastro de todo aquello que fue y que le dio gloria.
¿Por qué empezar de este modo la reseña de un libro? Porque, justamente, lo que hace la Alejandría de Forster es desvelar al viajero –viajero real o viajero literario, que para el caso da lo mismo- lo que encierra la ciudad en sus cimientos, en alguna de sus calles, en su puerto y en su dilatada historia para ayudar a verla hoy relacionada con su antiguo esplendor. Para recuperar ese brillo oculto a través del conocimiento y de la posibilidad de reconstruir ese riquísimo y complicado escenario que consiguió levantar y que la convirtió en la ciudad más importante del Mediterráneo oriental.
El libro puede desanimar por su tamaño. Va a ser poco práctico como guía de viaje, a pesar de que el subtítulo da a entender que se trata de una guía. Hay que explicar brevemente de qué va el asunto. Y dar algunas claves que van a estimular el gusanillo de la lectura. El autor, Forster, es ni más ni menos el mismo que el de Habitación con vistas y el de Howard’s end. Es también el autor del famoso Pasaje a la India que entró en la literatura de viajes por la puerta grande. Estamos pues ante un escritor de peso. Y por ello mismo, ante un texto con posibilidades de deslizarse fuera del árido campo de la erudición.
Alejandría Historia y guía, es en realidad la suma de dos libros. Forster viajó a Alejandría después de la Primera Guerra Mundial como voluntario en una labor humanitaria. De su larga estancia en la ciudad surgieron dos textos que se publicaron por separado y que se editan ahora como complemento uno del otro. Y, como introducción a los dos libros, los precede un extenso prólogo, documentado y minucioso que interesará sin ninguna duda a quienes tengan interés en profundizar en ambos textos y en el autor.
No quiero sugerir la idea de que esta introducción resulte excesiva y por ello prescindible. Pero sí que quien desee entrar en materia sin prolegómenos, por la razón que sea, puede hacerlo sin riesgo de sentirse huérfano o falto de orientación cuando entre en contacto con el escrito de Forster. La edición de la que hablamos, además, contiene unos extensos añadidos en forma de notas y apéndices, que se disponen al final del libro. Son escritos a parte que vuelven a dar la oportunidad al lector de renunciar a ellos si lo que pretende es centrar su atención en el libro de Forster. Quinientas páginas pues, pero en realidad muchas menos en un libro que va añadiendo complementos a la obra central para quien quiera sumergirse en ella.
De la mano de Forster, Alejandría surge a los ojos del lector como si un arqueólogo trabajara a la vista y fuera desplegando ante su mirada las sucesivas capas que dan sentido a la ciudad. Y es que en buena medida, la guía que escribe, más que atender al presente, lo que hace es asomarse a la historia para dejar que nos emocionemos ante una ciudad que como pocas emite reflejos de su antigua grandeza.
Sin historia, Alejandría sería poca cosa. Y ahí es donde el talante –y el talento, por supuesto- literario de Forster juega a favor. Porque ante el riesgo de caer en un tratado denso, propio de un académico, el autor se convierte en divulgador y nos cuenta de la Alejandría antigua con detalle pero también con fluidez. De manera comprensible y nada abrumadora, Forster va rescatando a través del texto aspectos de lo más diversos y acercando épocas diferentes y, sin embargo, todas esenciales para ayudarnos a comprender y a saborear la vieja Alejandría y hacer así más grata la Alejandría avejentada y venerable que nos encontramos hoy.
Alejandría. Historia y guía es una excelente introducción a la ciudad. Según se mire, es casi imprescindible. Ahonda en el pasado, pero trata también de anécdotas y de episodios mucho más recientes a los que Forster saca jugo literario con la ironía que utiliza cuando examina comportamientos y costumbres de los personajes que crea en sus obras de ficción. Por ello la lectura, además de instructiva, se hace agradable y estimulante. Quien quiera acercarse a Alejandría de una manera informal, quizás no muy rigurosa pero con deseos de profundidad y de la mano de un cicerone de lujo tendrá con Alejandría. Historia y guía, la oportunidad de hacerlo y la ocasión de disfrutar.
viernes, 26 de marzo de 2010
Alejandría. Historia y guía. Faros y Farallón
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