domingo, 20 de diciembre de 2009

Un grano de trigo


Un grano de trigo
Ngugi Wa Tiong'o
Zanzíbar, 2006
350 pp.

Algunos capítulos de la historia reciente son ignorados por el gran público. Entre ellos quizás el más llamativo es el de la descolonización que afectó a continentes enteros y a millones de personas...


Ngugi Wa Tiong’o
Zanzíbar, 2006
350 pp.





Algunos capítulos de la historia reciente son ignorados por el gran público o se conocen sólo de un modo muy parcial. Entre ellos quizás el más llamativo es el de la descolonización que tuvo lugar en la segunda mitad del siglo XX y que afectó a continentes enteros y a millones de personas.

Por eso Un grano de trigo resulta tan atractivo y su enfoque novedoso. Ngugi Wa Tiong’o está considerado uno de los escritores de mayor relieve del Africa Oriental. Su compromiso social es una de sus señas de identidad y le llevaron a la cárcel y al exilio. Su interés por los efectos profundos de la colonización se convierte en una constante que marca toda su literatura.

Entre la mayoría de los escritores africanos modernos podríamos hablar de una literatura étnica, que enlaza con las culturas tradicionales de las diversas regiones y con su adaptación-transformación al mundo presente. La sociedad tradicional y al mismo tiempo urbana, la visión de quienes tratan de dejar atrás los comportamientos atávicos, el choque cultural de quienes emigraron al extranjero forman parte del abanico de temas que desvelan en la literatura la cotidianidad del continente y el embrollo de contradicciones al que se somete.

Un grano de trigo dirige su mirada a los días en que Kenia luchaba por su indenpendencia. Para los europeos que recibían noticias a través de los periódicos eran días de rebeliones desbocadas y de sanguinarios excesos de auténticos salvajes. Hoy hubiéramos hablado lisa y llanamente de un terrorismo irracional y cruel, de la peor especie.

Pero Ngugi Wa Tiong’o nos enfrenta a otra realidad, la de las personas que vivían la injusticia del expolio y de la humillación, y la de un movimiento organizado, con un proyecto político y una larga experiencia de confrontación con los ingleses. Y también con todas las sombras que acompañan al uso de la violencia.

La de Ngugi Wa Tiong’o es una novela política, sin duda. Pero Ngugi Wa Tiong’o va mucho más allá porque penetra en el alma de los personajes y, en torno a la tensión que crea la situación colonial, desvela el carácter y los sentimientos de quienes sostienen la acción, las complejas relaciones que establecen entre ellos, la degradación que lleva consigo la violencia y el miedo, y las dificultades de todos para acomodarse a sus propias vidas.

Una Kenia diferente, alejada de la de las tribus, aparece en Un grano de trigo a través de un relato de gran intensidad. A lo largo de sus páginas los personajes cobran vida junto a las preocupaciones colectivas que pesan sobre el país y ponen la mirada en una realidad que ha quedado normalmente al margen de la visión de los europeos.

El sufrimiento de la población, la ferocidad de los blancos para defender su dominación sobre los negros, las prácticas inhumanas que utilizaron en la guerra que asoló Kenia durante muchos años emergen con todo el dramatismo en la novela. Como emerge la necesidad de sobrevivir, de escapar al sacrificio, de evitar la lucha y de transigir con el dominio inglés. Y como surge también, paradójicamente, el espejismo de un horizonte esperanzador donde la cultura aportada por Inglaterra puede germinar entre la población negra y crear una hermandad de hombres prósperos que, con independencia de la raza, pueden llegar a compartir, codo a codo los beneficios de la civilización.

Novela política, pero sobre todo novela de gran calado es lo que nos ofrece Ngugi Wa Tiong’o, quien nos da, además, una ocasión excelente de conocer la Kenia que antecede a la que encontramos hoy y nos ayuda a explicarla. Y de penetrar en el fondo del alma de los personajes a través de un relato cargado de dramatismo y de humanidad difícil de encontrar en otros autores.

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