lunes, 8 de abril de 2013

Patologías

Patologías

Zajar Prilepin
Sajalín, 2012
377 pp.

Si la mayor parte de la literatura que nos llega sobre Chechenia es directamente crítica hacia Rusia, con Patologías entramos en un enfoque distinto....


Zajar Prilepin
Sajalín, 2012
377 pp.






A ojos occidentales hay manchas en otros países difíciles de borrar. El régimen chino carga a sus espaldas con el grave episodio de la plaza de Tiannanmen del mismo modo que Rusia carga en las suyas con la guerra -las guerras- de Chechenia y las atrocidades que allí se cometieron.

No es que Chechenia suponga en número de habitantes o en superficie una fracción importante de Rusia o que su influencia haya marcado la cultura o la vida rusa de forma significativa. Chechenia es la periferia, fue un territorio conquistado en la frontera del extenso imperio ruso. Es un país extraño y un espacio de fricción histórica con un mundo ajeno, poblado de gentes cuya alma nada tiene que ver con el alma eslava, levantiscas, aisladas y con la mirada puesta a medio camino entre Asia y una Europa que, como en el caso de Turquía, siempre ha quedado lejos.

Lo importante, visto desde fuera, es que a través de Chechenia Rusia ha expresado su ferocidad en grado superlativo y ha mostrado, con su enorme fuerza, sus peores defectos. Chechenia ha ayudado a conformar una imagen de Rusia y ha moldeado, en la realidad y a miles de kilómetros, en las grandes capitales rusas, un agudo sentimiento de hostilidad hacia todo lo que tiene que ver con las tierras del Cáucaso.

Si la mayor parte de la literatura que nos llega sobre Chechenia es directamente crítica hacia Rusia, con Patologías entramos en un enfoque distinto. Dejamos el enfoque político, la censura al origen colonial del conflicto y el alineamiento en favor de la posición más débil que es la chechena. Dejamos el panorama estremecedor de una Grozni arrasada y de las mafias aupadas al poder a la sombra del paraguas ruso para 'empotrarnos' -la palabra se ha puesto en circulación desde la guerra en Irak- en un destacamento de las fuerzas especiales rusas.

El cambio de punto de vista, el salto al otro lado de la línea, da paso a otra sensibilidad y el adusto oso que tradicionalmente representa a Rusia empieza a cobrar sentido y a parecer humano. No es que la guerra se dulcifique, es simplemente que en lugar de ver ejércitos vemos a personas. Junto a los blindados y a las partidas armadas salidas a la caza de 'terroristas' se mueven hombres jóvenes con sus sentimientos, sus miedos , sus historias y también sus razones.

Hemos leído sobre Chechenia, pero hemos visto poco y en proximidad de lo que es esta guerra. De cómo la han vivido desde el lado ruso, de cómo se ve desde el ejército, desde el puesto de un soldado de a pie. "Cada segundo parece que estén a punto de disparar por todas partes, de cada ventana, desde los tejados, de entre los arbustos, de las zanjas, desde los parques infantiles... Y que nos van a matar a todos".  El pánico es inevitable.

Para las fuerzas especiales, esta no es una guerra de frentes estables, como las demás. Es una guerra de emboscadas, difusa, con un enemigo disuelto entre la población. No es una guerra contra un invasor externo, es una guerra agotadora de la que hay que salir vivo. La alerta sobre la propia seguridad, la prudencia, el cálculo del riesgo, la buena ejecución de las operaciones ocupan la mente, son las condiciones para vivir un día más y se desarrollan en paralelo con una extrema crueldad donde se mezcla el espíritu de venganza frente al enemigo y el instinto de supervivencia.

El lector se moverá entre las borracheras de vodka y las minas que en cualquier momento pueden segar la vida a un compañero o a uno mismo. Percibirá la dureza de la guerra: el peso del chaleco antibalas, el del casco y el cansancio de mantener el cuello erguido, el sueño, el calor, el tiritar que nace de la tensión, la humedad, el paisaje lunar de las casas destruidas, de las fachadas en pie de edificios sin entrañas... Patologías es, tanto como una novela, un testimonio. Su autor, periodista, fue oficial de las fuerzas especiales rusas en territorio checheno, además de activista en favor de los derechos humanos y de la democracia y militante del Partido Nacional Bolchevique. Una compleja mezcla para un escritor de éxito que nos muestra un lado en sombra de la realidad en Rusa y en Chechena.

No hay comentarios: