domingo, 5 de mayo de 2013

El retorno

El retorno

Tahar Ben Jelloun
Alianza, 2013
188 pp.

¿Qué es ser musulmán?¿Qué es ser marroquí? Desde las primeras páginas de El retorno nos lo cuentan. Nos lo cuentan, de la manera más sencilla, tirando de recuerdos y sentimientos,...


Tahar Ben Jelloun
Alianza, 2013
188 pp.





¿Qué es ser musulmán?¿Qué es ser marroquí? Desde las primeras páginas de El retorno nos lo cuentan. Nos lo cuentan tirando, de la manera más sencilla, de recuerdos y sentimientos, de pensamientos sobre la vida y la convivencia, de reflexiones íntimas. Recurriendo a lo más humano en el hombre: a la conciencia.

Así, sin complicaciones ni retorcimientos arranca El retorno, un libro que es casi un monólogo. Una narración centrada en un único personaje, un emigrante marroquí en Francia al borde de la jubilación, un hombre sencillo y bueno a punto de entrar en un mundo desconocido y que lo desconcierta, el de dejar de trabajar, el de no tener las obligaciones que justifiquen su existencia.

Mohamed, nuestro personaje, no vive en realidad en Francia. Aunque su casa y su trabajo estén allí, sigue enraizado en Marruecos. Forma parte de esa generación, tampoco tan lejana, que ha vivido miserablemente de la agricultura, en una aldea donde ni siquiera hay electricidad, donde las tradiciones no se han modificado en siglos y donde la emigración es la aspiración máxima de cualquier familia. Mohamed, trasplantado ahora a un modesto piso de la periferia de una gran ciudad francesa, trabajador de los de a pie en una gran fábrica, no tiene más referentes que los de su aldea y los de un sentido común que resulta universal pero que es insuficiente para sacar provecho de su nueva realidad. Es buen musulmán, conserva el Corán con afecto, es tolerante, se preocupa por sus hijos y valora a su mujer, obediente y comprensiva. Ha trasladado a su casa el entorno de su aldea en Marruecos y ha hecho de Marruecos, de su vieja aldea, de sus costumbres, de la tierra árida que la rodea, la fantasía del paraíso cuando llegue la jubilación.

Voluntarioso, humilde, comprensivo, temeroso de dios, Mohamed –y todos los mohameds de su generación- ha pasado por Francia como si no fuera Francia. Ha cumplido como el que más con sus obligaciones, no ha tenido jamás un conflicto, nunca faltó al trabajo pero no ha vivido en el país que lo ha acogido durante tantos años.

Aunque quienes sí han vivido en Europa y quieren ser franceses y borrar la huella marroquí son los hijos. Unos hijos amados con los que es difícil mantener la relación porque se han asomado al mundo y quieren echar a correr por él, porque cada uno por su lado ha encontrado un hueco en la vida que nada tiene que ver con el mundo cerrado y armonioso, pegado a la tierra original del padre. Unos hijos que el bueno de Mohamed se resiste a abandonar y en los que tiene puesta su idea de felicidad reuniéndolos a todos otra vez en una gran casa de la pequeña aldea que piensa construir con sus ahorros para volver a gozar del cálido sentimiento de la vida en familia.

Tahar Ben Jelloun es un escritor reconocido. Obtuvo un premio Goncourt. Con El retorno nos lleva a un Marruecos sobre todo humano. Un Marruecos tradicional, intimo y melancólico que se perdió, un Marrueccos herido por la presencia de otros mundos que siembran la inquietud y que han puesto fin a la imagen idílica de un pasado que solo puede volver envuelto en la fantasía de un anciano que busca en los orígenes el lugar donde terminar su vida.

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