domingo, 21 de diciembre de 2014

Una vida sin fronteras

Una vida sin fronteras

Pascal Grellety Bosviel y Sophie Bocquillon
Confluencias, 2014
241 pp.

Libro llamativo por el rotundo diseño que lo anima, lo mismo que por sus imágenes y por el texto, encierra importantes lecciones sobre nuestro tiempo y sobre las crisis más graves que aquejan al mundo en que vivimos.


Pascal Grellety Bosviel y Sophie Bocquillon
Confluencias, 2014
241 pp.






El viaje se dividía tiempo atrás entre el duro quehacer de los exploradores en tierras salvajes y el acaramelado paisaje de los folletos turísticos con promesas de un mundo feliz en este mundo.

Pero el mundo ha cambiado y la conciencia de quienes viajan también. La televisión y toda clase de noticias hablan de un mundo revuelto donde la felicidad transcurre en paralelo con las grandes tragedias y donde cualquier camino conduce a paisajes que mueven a la reflexión acerca de una sociedad solidaria que no se aviene a mirar siempre a otro lado.

El viaje no es, en todo caso, sinónimo de felicidad y en el camino el viajero se ha dado cuenta de que es preciso abrir un espacio para el compromiso. Conocer el mundo es conocer sus problemas y vivir en él es saberlos afrontar con determinación.

Por eso es oportuno el libro de Pascal Grellety Bosviel y Sophie Bocquillon. ¿Y quién es Pascal Grellety? Pues es uno de los fundadores de Médicos sin Fronteras, un hombre que ha pasado toda su vida viajando de conflicto en conflicto y llevando alivio, en cada uno de ellos, a quienes lo necesitaban. Un hombre además polifacético, enfrascado en escribir diarios donde ha conservado la memoria de sus peripecias tomando notas y dibujando a lo largo de cincuenta años.

Una vida sin fronteras es el resultado de estos diarios y de un larga experiencia. Y es un libro convertido en una abigarrada mezcla donde convive el lenguaje del cómic, con las noticias del periódico, con apuntes de la historia reciente y con elementos de una biografía singular y siempre interesante.

Frédéric Joly, portavoz del Comité Internacional de Cruz Roja en Francia, abre el libro señalando: "(El doctor Pascal Grellety Bosviel) es un hombre puro, no duro, un hombre comprometido, no entrometido. Encarna el gesto humanitario, (...) el médico a la antigua. Ha recorrido el mundo entero en misiones humanitarias (...) con Médicos sin Fronteras, con Médicos del Mundo y también con la Cruz Roja francesa, Acción contra el Hambre  o Acción Médica Internacional ....

"Más allá de su larga carrera profesional,  Pascal Grellety Bosviel se distingue también por ser un artista, un dibujante de talento. A través de setenta cuadernos, una colección única de acuarelas y dibujos, de fotografías y de textos originales, documenta la memoria al hilo de sus misiones en Yemen, Biafra, Camboya, Vietnam, Timor, Ruanda, los Balcanes, etc.

"Con la complicidad de la periodista Sophie Bocquillon, simplemente nos invita a un increíble viaje: un vida dedicada al humanitarismo."

Escenas de todo el mundo, paisajes, gentes, pedazos de vida y de vidas de los últimos cincuenta años desfilan por la páginas del libro y nos muestran, a través de quien ha sido testigo directo de todo ello, una realidad que se vuelve próxima y cobra para el lector una vida que antes no tenía.

Libro llamativo por el rotundo diseño que lo anima, lo mismo que por sus imágenes y por el texto, despierta el interés del lector desde el principio. Vale la pena prestarle atención porque es un libro singular y porque encierra importantes lecciones sobre nuestro tiempo y sobre las crisis más graves que aquejan al mundo en que vivimos.

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jueves, 11 de diciembre de 2014

Paraísos cercanos. Cantábrico

Paraísos cercanos. Cantábrico

David Ponce
La Fábrica de Libros, 2014
174 pp.

Cada foto, una sorpresa. Cada página del libro, una nueva sensación de irrealidad. Cada paisaje, un espacio para el asombro. ¿Así es el Cantábrico?¿Así de bello?¿Así de desconocido?


David Ponce
La Fábrica de Libros, 2014
174 pp.






Cada foto, una sorpresa. Cada página del libro, una nueva sensación de irrealidad. Cada paisaje, un espacio para el asombro. ¿Así es el Cantábrico?¿Así de bello?¿Así de desconocido?

Quien nos abre los ojos a una realidad, a la vez tan próxima y tan lejana, es David Ponce. Fotógrafo de profesión, es sobre todo un hombre con el don de ver. De ver -en lo que parece una naturaleza primigenia, desnuda de todo signo de vida y huérfana- la belleza sublime de lo elemental, de lo estricto y sin embargo rico, porque en la composición de sus imágenes hay un mundo complejo de armonías donde nada sobra, donde no hay retórica alguna.

Blanco y negro e infinitos tonos de gris en las sombras, en las veladuras que producen las nieblas, en los cielos matizados por el leve degradado de las nubes o en el agua del mar tamizada por el continuo movimiento de las olas del que extrae un aspecto fantasmal, forman la paleta rigurosa y sin embargo rica con la que se expresa David Ponce.

El blanco y el negro, con contrastes que parecen naturales, dan protagonismo sobre todo a un universo rocoso. El Cántabrico, al que se dedica el libro, aparece como un litoral hecho de acantilados y peñascos en contacto todo el tiempo con un mar indefinido, convertido en bruma que contrasta con las precisas aristas de la piedra y con la sucesión de grises que delata cambios de color y de matices en las tierras que las forman.

No es fácil, para quien haya recorrido la costa cantábrica hacerse la idea de la belleza extraordinaria de esa tierra sin orilla que se desploma súbitamente en el mar ofreciendo fachadas verticales que se dirían de otros países o de otras tierras. Ni tampoco es fácil encontrar todas esas filigranas rocosas de formas insólitas que pelean con las mismas olas que les ha dado forma y que las han convertido es arcos esbeltos, o que las han taladrado, o que las han dispuesto componiendo geometrías imposibles.

David Ponce llega a ello porque al contrario del viajero, tiene un espíritu sedentario y paciente. Las fotografías que nos acercan a esos paraísos norteños son el producto de la espera. De vivir el presente como si fuera a ser el final del camino y hubiera que agotarlo hasta captar todo lo que nos ofrece. El abanico de fotografías que nos regala David es el de un fotógrafo que viaja a pie y que se maravilla ante cada nueva perspectiva sobre el paisaje que va descubriendo en su andadura.

Galicia, Asturias, Santander, Cantabria y el País Vasco son los escenarios naturales que nutren y ordenan esta extraordinaria colección de fotografías y este afortunado libro, simplísimo en apariencia, mínimo en diseño y en los textos que lo acompañan, al que merece la pena prestar toda la atención.

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martes, 2 de diciembre de 2014

50 ensayos de secesión. Un repertorio de ciudades

50 ensayos de secesión. Un repertorio de ciudades

Ignacio Jáuregui Real
Lampreave, 2014
263 pp.

Reflexivo, curioso, atento a lo sutil, que es donde se refleja el alma de las cosas, Ignacio Jáuregui nos acompaña por cincuenta ciudades, elegidas por las cosas del azar y también por el corazón.



Ignacio Jáuregui Real
Lampreave, 2014
263 pp.





Midiendo cada palabra, buscando el matiz, sin perder nunca el fluir despacioso de quien quiere no perder detalle y desea huir del atropello de otras palabras que vinieran de una voz demasiado apresurada, Ignacio Jáuregui nos va acostumbrando a su forma de mirar y de vivir aquellos territorios, deliberadamente ajenos, por los que pisa. A Ignacio le gusta escindir el mundo, separarse de él, sentirse lejano y, así, dejarse sorprender por todo lo que aparece ante sus ojos, por un panorama que quiere que le resulte nuevo para liberarlo de la grisura que genera la rutina.

Esta vez son cincuenta ciudades las que ocupan la atención de Ignacio y las que componen este libro cuidadísimo en la edición, lo mismo que lo fue su primer libro: India, primera mirada. Para situar al lector, Ignacio avisa de su condición de arquitecto y por consiguiente de una inclinación hacia el rigor y el orden, a la hora de escribir, que le lleva a expresarse desde la racionalidad y siempre con prudencia. Pero el lector descubrirá enseguida que si la arquitectura tiene un papel importante es porque ha afilado la sensibilidad del autor y ha refinado los matices de su mirada, que es el gran secreto de este libro extraordinario.

Ciudades, una tras otra, aparecen a base de pinceladas que reflejan el humor del autor y sus querencias. No se trata de ir en busca de objetividad alguna. Eso se encuentra en las guías que se atienen, como los notarios, a la realidad. El mundo de Ignacio Jáuregui es el de las sensaciones y por ello mismo es caprichoso y sorprendente para el lector. Las ciudades no se conocen prestando sólo atención a su materialidad, lo que las distingue es la simpatía o la antipatía, la sorpresa o la desgana que generan en quien las vive.

"Ciudades opulentas, ciudades decrépitas, ciudades que viven colgadas de su pasado o que inventan el futuro cada mañana; ciudades guapas, resultonas, feotas; ciudades plácidas, ciudades frenéticas, ciudades donde las mujeres caminan como reinas, ciudades que se duplican en espejos de agua, que se activan al caer la noche, que se dejan morir lentamente; ciudades donde perderse, donde encontrar tesoros, donde empezar de nuevo.

Ignacio Jáuregui ama las ciudades con una voracidad minuciosa y universal: en su recorrido por estas cincuenta se sube a los miradores más altos y se agacha a palpar los adoquines, se cuela por donde le dejan, recuerda todas las novelas, se para a escuchar todas la voces y pregunta por todas las rarezas en un empeño imposible por aislar y condensar en palabras aquello que hace única a cada ciudad."

Así describe la contraportada del libro el contenido y el atento deambular del autor por las ciudades que visita. A Ignacio Jáuregui le gusta sentirse un paseante antes que un viajero o que un escritor. Desea dominar el tiempo que es el secreto que hace del paseo una actividad plácida y reflexiva a diferencia del andar que no es otra cosa que desplazarse de un lugar a otro.

Reflexivo, curioso, atento a lo sutil, que es donde se refleja el alma de las cosas, Ignacio Jáuregui nos acompaña por cincuenta ciudades, que son muchas pero que no son todas. La selección es arbitraria, dictada por cosas del azar y también por el corazón. Y el trato que cada  una recibe es distinto porque nuestro autor quiere tomarse la libertad de administrar sus afectos y su relación con ellas. Una lectura reposada, para hacerla casi con los ojos cerrados y para dejarse llevar por los encantos, el aroma o simplemente el aire que se respira en las ciudades elegidas es lo que nos ofrecen estos 50 Ensayos con los que el lector disfrutará llevado de la mano de Ignacio Jáuregui.

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