jueves, 14 de febrero de 2013

Benarés. La ciudad imaginaria

Benarés. La ciudad imaginaria

Edición Álvaro Enterría
Olañeta - Indica Books, 2012
229 pp.

Benarés, la ciudad imaginaria es, en realidad, un elogio a Benarés. Un elogio a través de escritos de diversos autores, matizados, todos ellos, por la esencia deslumbrante de esta ciudad única ...



Edición Álvaro Enterría
Olañeta - Indica Books, 2012
229 pp.






Benarés, la ciudad imaginaria es, en realidad, un elogio a Benarés. Y lo es sobre todo en los primeros 'capítulos'. He dicho capítulos aunque no es apropiado hablar de capítulos porque el libro es una selección de escritos de diversos autores relativos a la ciudad del Ganges. Escritos de sensibilidad distinta, pero los iniciales matizados, todos ellos, por la esencia deslumbrante de esta ciudad única cuya descripción acumula palabras e imágenes reiteradas que tratan de expresar una grandeza y una profundidad difícilmente abarcable.

El libro es un elogio, pero muy particular porque el 'peso' de la ciudad es tal que hablar de ella no es como hablar de cualquier otra urbe. El elogio a Benarés parte de lo más profundo del corazón. La visión de Benarés ha conmovido a todos los que se han acercado a ella y parte del convencimiento -primordial unas veces, sobrevenido otras- de que es el centro del universo, de un universo real, aunque para comprenderlo haya que hacerlo con los ojos del espíritu.

Quienes participan en este elogio son distintos autores, unos consagrados y otros menos conocidos, unos actuales y otros no, algunos europeos y otros con raíces y cultura indias, pero todos conmovidos por una ciudad que resulta única.

¿Qué tiene Benarés que despierta tanto respeto, por no decir veneración? ¿Cuál es la atmósfera de esta ciudad que atrapa a todos los que la conocen? Seguramente el secreto está en este conocimiento que, por debajo de la piel, permite asomarse a -y asombrarse por- tantos siglos de historia dedicados a destilar lo más profundo del espíritu y a convertirse en el corazón de una civilización entera.

Tras su apariencia exterior, Benarés posee una densidad cósmica que irradia y convierte en sublime la cáscara que la envuelve, esas casas, gentes, calles, olores que los sentidos producen pero que son reflejo de algo trascendental... Por eso quienes no conocen la ciudad pueden sentir rechazo por ella, por su suciedad, por el desorden, por los animales de todas clases que circulan por sus calle estrechas, por el horrible espectáculo de la miseria y de la muerte. Y quienes la conocen desde el corazón le perdonan los defectos y los encajan en un mosaico cuyo conjunto resulta ser la expresión del orden del universo convertido en ciudad.

Comprender Benarés para un occidental no es fácil y seguramente por ello el libro insiste en ese plano metafísico por encima del cual el viajero podría pasar sin percibirlo y le dedica buena parte de sus páginas de inicio. Pero en este Benarés, ciudad imaginaria hay mucho más. Aparece también la ciudad real, la de los oportunistas y explotadores de la credulidad de los peregrinos, la de la gente que vive y trabaja, aunque condicionada por tantos años de tradición y por ese carácter tan singular que tiene la ciudad más sagrada de la India.

Los distintos 'oficios' que siguen la estela de los devotos, y que viven de ellos en un entorno religioso tan confuso como es el indio, resultan invisibles para el occidental pero son parte importante de la ciudad y de su vida, y el libro nos los cuenta. Los barrios y su historia en una urbe tan abigarrada resultan incomprensibles y este Benarés, ciudad imaginaria nos habla de ellos y permite que nos asomemos a su existencia ofreciéndonos algunas claves para desvelar sus secretos. Los viejos maestros, conservadores del saber sánscrito y de las disciplinas de conocimiento tradicionales, o las instituciones religiosas vienen igualmente explicadas porque en Benarés tienen un peso distinto del que pueden tener en otros lugares menos iluminados y más distantes de la divinidad. Los templos también encuentran su espacio en el libro y también los escritores y los personajes para los que la ciudad fue importante o que fueron importantes para la ciudad.

Benarés justifica este nuevo libro que recoge ángulos distintos de su realidad y que está escrito desde sensibilidades distintas. Benarés, la ciudad imaginaria es sobre todo un libro para enamorados. Lo disfrutarán quienes sientan el calor de la ciudad antes de empezarlo y deseen sumergirse en el universo insondable que la envuelve y que es también su propia esencia. Pero también interesará a quienes, con menos complicidad, quieran aproximarse a una ciudad que no es como las otras, a una ciudad cuyo misterio exige que una colección de 'maestros' lleven de la mano al lector y lo introduzcan por sus calles hasta las orillas de este Ganges en el que se mira una civilización entera y en el que millones de personas ven el camino de la salvación.

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